Sogamoso: la torería de Manuel Libardo y una buena corrida de Ernesto Gutiérrez

Se cortaron tres orejas, pocas, los toros bien presentados de la ganadería de Manizales ofrecieron más premios y grandes embestidas. Manuel Libardo cortó una oreja y dos el torero local “El Choni”  que se marchó a hombros. Foto Farley

La plaza, como el año anterior,  volvió a registrar una buena entrada lo que denota la continuidad en la recuperación de La Pradera.   Hubo más de media entrada para una buena corrida de Ernesto Gutiérrez que mantuvo  el interés durante toda la tarde, tanta,  que a pesar de la lluvia que acompañó la mitad del festejo, nadie se movió de los tendidos.

La tarde era soleada, pero con el cuarto toro llegó la lluvia y bajo ella se vivió la faena de la tarde. La ejecutada por Manuel Libardo que fue un compendio de torería, de buen toreo, de muleta templada y despaciosa, trayéndose al toro de largo  y despidiendo atrás de la cintura las grandes embestidas del toro que no se cansó de repetirlas con su pitón derecho hasta en cuatro tandas que pusieron todo muy alto. Por naturales no hubo el mismo acople y rápidamente el torero volvió a coger la derecha para ejecutar un elegante circular que no dejó enfriar el calor, bajo la lluvia, que se apoderaba en esos momentos de los tendidos que se negaban a ser abandonados. Su espada no entró al primer intento y el premio gordo de la tarde se quedó en una oreja. Su primera faena,  supo de distancias e inteligencia para alargar las embestidas que por momentos se hicieron cortas. Las tandas con su mano derecha y al natural cuando logró encontrar el sitio para alargar la embestidas del toro, tuvieron empaque y conexión con el tendido,  pero se quedaron sin reconociendo numérico al torero no encontrar hueco con su espada.  Al toro se le ovaciono en el arrastre.  Su capote, en ambos toros, brilló como es costumbre en este torero. Libardo, dio en Sogamoso, la dimensión de un torero cuajado, pero sin espada afilada.

La otra imagen de la tarde, fue la de la salida a hombros de Leonardo Campos El Choni tras cortar una oreja a cada uno de los toros que le correspondieron.  Demostró en sus trasteos, querer hacer las cosas bien y despacio. Sería  injusto exigirle más a un torero que torea tan poco. Dio muchos pases donde se apreciaron las condiciones antes descritas y a las que les faltó, eso sí,  el alma que si pusieron sus paisanos para pedir los trofeos que llegaron a sus manos, y  tras rematar a sus dos toros con el verduguillo luego de ver como su espada entraba al primer intento,  pero sin lograr que sus toros rodaran rápidamente. Sus dos toros pelearon con franqueza en el caballo, en igual número de tercios que fueron reconocidos.

David Martínez también tuvo la llave de la puerta grande en sus manos, pero su espada la alejó. En su primer turno el acero entró al primer intento pero sin la efectividad buscada y se hizo largo el trámite que dejó sin premio a su labor, bien empezada con su capote que lució dominador y vistoso, tanto en su saludo a la verónica como en el quite. Con la muleta intercaló series de diferente calibre donde sobresalió la última con la mano derecha cuando supo dejarle la muleta en la cara para esperar la siguiente arrancada, fue,  antes de irse por la espada y donde el toro confirmó su buena condición. Su segunda faena,  bajo la lluvia y el viento, tuvo el mérito de un torero que no se guardó nada para agradar bajó estas condiciones. Buscó la estrategia para sumar en la tarde, logrando acumular méritos y  buenos muletazos para ser premiado, pero de nuevo se hizo largo con su espada y se tuvo que conformar con el reconocimiento a su querer.

FICHA DEL FESTEJO​

Toros de Ernesto Gutiérrez bien presentados y de buen compartimento en general. Se aplaudió en el arrastre al primero de la tarde.

Más de media entrada.​

MANUEL LIBARDO: Palmas y oreja

DAVID MARTINEZ: Palmas y palmas

Leonardo Campos “El Choni” Oreja y Oreja.

Comparte este contenido