Guayabal: Cristóbal Pardo y Manuel Libardo a hombros en tarde de Clara Sierra

Los dos toreros salieron a hombros tras cortar cada uno las dos orejas de los toros que les correspondieron.  Pepe Manrique cortó una oreja y Noel Pardo perdió la posibilidad de asomarse al triunfo por culpa de su espada. Los toros de Clara Sierra por presentación y juego marcaron la tarde.

La plaza se llenó, cuando el sol escondió en parte sus rayos los aficionados de la población tolimense decidieron colmar los tendidos de la plaza portátil y no perderse lo que resultaría una gran corrida de toros.

El guion de la tarde lo marcaron los toros de Clara Sierra que con diferentes matices mantuvieron el interés, arriba en los tendidos y abajo en el callejón. Un guion que los toreros siguieron para dar una gran tarde de toros.

Un toro de gran calidad abrió la tarde y con él Pepe Manrique se gustó desde un gran saludo con el capote, como en una cadenciosa faena de muleta donde su mano derecha fue cima de la misma. El pinchazo que antecedió una buena estocada se llevó la posibilidad de una segunda oreja y la puerta grande para Manrique.

Cristóbal Pardo,  que llegó a Guayabal a pocas horas de haberse bajado de un avión tras cumplir varios compromisos en Perú, se encontró con un toro serio, hondo que se quiso adueñar de la plaza desde su salida, tirando dos burladeros como muestra de poder.  El capote de Pardo lo supo dominar en las verónicas y en la media que dio paso a un buen puyazo de Efraín Ospina donde el toro volvió a ser protagonista. Con la muleta el toro pidió tiempos y Pardo se  los dio sin dejar que la emoción se fuera de la plaza. La estocada puso en sus manos las dos orejas.

El tercero de la tarde se fue a tablas cuando Manuel Libardo cogió la muleta. Allí,  embistió con clase y Libardo que supo leer lo que el toro pedía,  le cuajó hasta cinco  tandas con la mano derecha donde la quietud, la ligazón y su buen trazo pusieron todo arriba. Una buena estocada aseguró el premio de las dos orejas y la puerta grande. Antes,  su capote se mostró suave a la verónica.

Cerró la noche otro gran toro que peleó de buena manera en el caballo de Efraín Ospina que le propinó un gran puyazo.  Le correspondió a Noel Pardo que pudo disfrutar la gran calidad de un toro que vendió su vida siempre en los medios. Pardo, siempre queriendo hacer las cosas bien, supo estar a la altura del momento. Una pena que su espada no entrara por buen sitio y se esfumaran las orejas.

Libardo y Cristóbal se marcharon a hombros, mientras Pepe y Noel se fueron a pie tras haber sumado lo suficiente para haberlo hecho de la misma forma.

Arriba, más allá de los tendidos, el genial Lucas Caballero, con lápices de colores,  estaría tomando nota de lo buena que resultó su corrida.

Guayabal

Plaza llena

Toros de Clara Sierra, de buen juego y presentación

Pepe Manrique (Tabaco y oro) oreja

Cristóbal Pardo (Burdeos y oro) dos orejas

Manuel Libardo (Celeste y oro) dos orejas

Noel Pardo (Verde manzana y oro) Vuelta al ruedo

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