Manizales, en la calle y en la plaza

Por Rodrigo Urrego B.

Foto Diego Caballero

La capital de Caldas y capital mundial del Café se graduó el pasado 15 de octubre la capital del toreo en Colombia. Miles de personas en la calle y casi 14.000 en la plaza así lo reivindicaron. 

La Carrera 23, la misma por donde se respira lo más popular de la feria de Manizales, se vistió de blanco. La procesión no precisamente era para ver al Once Caldas, sino para defender el otro patrimonio de la ciudad, el toreo. A espaldas de la Catedral, y frente al Palacio de Justicia, decenas, cientos y miles de personas se congregaron para marchar algo más de un kilómetro hasta la plaza de toros, en lo que quedará señalado en la historia como el paseíllo de la libertad.

No podía ser de otra manera, la marcha comenzó con los acordes del pasodoble Feria de Manizales y con un olé que interrumpió la homilía en la Catedral. Una niña vestida de manola, el traje que utilizan las reinas de la feria del Café, encabezó el paseíllo. Detrás los monosabios, célebres en la ciudad, y luego los toreros, esta vez vestidos de civil, como los novilleros, los alumnos de la escuela, los ganaderos y los aficionados. Los gritos de ¡Libertad, libertad!, retumbaban la Calle 23. Si hace unos años Sebastián Castella pidió a los aficionados “salir del closet”, Manizales se tomó su calle principal, y en algo más de una hora los manizalitas se pronunciaron a favor del toreo.

En el parque del Agua, donde por muchos años estuvo el monumento a la Cacerina, en homenaje al ídolo de la ciudad Pepe Cáceres, los esperaban los toreros que luego protagonizarían la corrida de toros más emotiva que se recuerde. Vestidos de luces, matadores, banderilleros y picadores lideraron las filas y encabezaron el paseíllo por la Avenida Centenario, donde la marcha se mezcló con la procesión de quienes habían preferido adelantarse para asegurar lugar en los tendidos. Unos dicen que había cinco mil personas, otros que dos mil. Casi 14.000 aficionados, niños apretados unos con otros, llenaron la plaza. El paseíllo de la libertad terminó con una inusual vuelta al ruedo. Los toreros recorrieron el redondel aplaudiendo a los miles que llenaron tendidos y balcones. Manizales, capital del toreo colombiano.

Fotos y Video en  http://bit.ly/2f2kOGl

 

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