Novillada con picadores en Puente Piedra el próximo sábado
El festejo cierra la Temporada de La Independencia que se celebra a pocos kilómetros de Bogotá y de La Santamaría. Una novillada que no solo servirá para medir la capacidades de tres novilleros, también, servirá para medir el termómetro de una afición, la bogotana, que clama novilladas y que además se vuelve a ver amenazada por caprichos políticos.
Por Diego Caballero
Los tres novilleros llegan a su primer paseíllo con los del castoreño, y después de haber superado la prueba de los tentaderos de selección que previamente la empresa organizó para definir los tres cupos. José Luis Vega, Mauricio Salas y Mateo Gómez son los tres nombres anunciados y escogidos entre más de 12 aspirantes.
José Luis Vega puede ser el más aventajado y el más conocido de la terna, en parte gracias a ser uno de los héroes de La Santamaría que participaron en aquella huelga que buscó que la plaza bogotana volviera a abrir sus puertas tras ser caprichosamente cerrada para la tauromaquia. “El Pecas” como se le conoce desde esos días, fue el primer héroe caído, tras más de 15 días sin comer, de esa gesta que tanto trascendió y a la que mucho debemos. José Luis, no ha podido por ahora, verse anunciado en La Santamaría por la que a punto estuvo de sufrir un derrame cerebral. El de Puente Piedra, será el ruedo más cercana a la plaza por la que un día decidió aguantar hambre y solo por eso los aficionados deberían ir a verlo. En su hoja de vida y tras la huelga, se apunta su debut en Manizales en Toros y Ciudad (2015) donde dejó muy buenas sensaciones con un novillo de La Torre. Estuvo en España durante el 2017 y 2018, hiso parte de la Escuela de Madrid y de la de Navas de San Juan. Participó en novilladas en España y Francia, incluso logró ser el vencedor del certamen “Toreros del Futuro” celebrado en Saint-Etienne du Grès. Para él, no puede ser una tarde más.
El nombre de Mauricio Salas sorprendió a todos en el 2014. La novillada que abrió Toros y Ciudad en Manizales aquel año, lo tuvo como protagonista y su nombre no paró de sonar durante los tres días que duró el certamen y eso que al día siguiente de su presentación, otro novillero llamado Roca Rey lograba salir a hombros en la novillada con picadores. La razón, las sorprendentes maneras que demostró ente un eral de Ernesto Gutiérrez que caprichosamente el destino quiso que cayera en sus manos, en una noche en la que los demás novillos lidiados fueron de la ganadería de Clara Sierra. No cortó orejas, su espada las alejó, como también lo hizo un mes después en su presentación en las novilladas de prefería en Cali. Volvió al año siguiente a Manizales y su tarde solo fue de aprendizaje. Luego su nombre desapareció y sorprendentemente volvió a aparecer en la lista de los seleccionados que aspiraban a la novillada de Puente Piedra.
Su presentación el próximo sábado, deberá responder al porqué de su vuelta.
Mateo Gómez, al contrario de sus compañeros del sábado, no ha pisado una plaza de primera, sus breves pasos se cuentan en el certamen novilleril de Choachí y en los tentaderos de la sabana de Bogotá. Viajó a España en el año 2016 en busca de aprendizaje, se matriculo en Citar, el Centro Internacional de Tauromaquia y Alto Rendimiento que por el 2012 iniciara la Fundación de El Juli y que tiene fama de disciplinada. Allí fue su maestro Luis Miguel Encabo y bajó su tutela se vistió de corto para participar en varios festivales. Otras tardes se sentó juntó a muchos aspirantes en las tapias de distintas ganaderías. De regreso a Colombia, el año pasado, ha buscado en el campo lo que poco ve en las plazas de los pueblos, la oportunidad de pegar muletazos mientras llega una tarde para vestirse de luces. La del sábado es una y debe demostrar que quiere seguir con sus sueños.
Mondoñedo, El Paraíso y Punta Umbría serán las ganaderías. Tres encastes distintos que se anuncian en un desafío ganadero y que servirá para poner a prueba las condiciones de los novilleros que saben que su escalafón está huérfano de nombres que ilusionen.