Oreja para Rafael Serna y vuelta al ruedo tras petición para Luis Bolívar en Sevilla
Rafael Serna cortó la única oreja del largo festejo celebrado hoy en Sevilla, Luis Bolívar dio una vuelta al ruedo sin la oreja que el publico solicitó. La corrida de La Palmosilla estuvo condicionado por la escasez de fuerzas.
Con información de EFE, tomada de internet
La oreja que cortó Rafael Serna fue justo premio para una faena bien trazada y planteada que tuvo la virtud de aprovechar las opciones que le planteaba el animal. Ese trofeo también suponía una redención personal después del reciente fallecimiento de su padre, el conocido cantante y compositor Rafael González-Serna.
El joven diestro sevillano, que salió a la plaza vestido con el traje que le diseñó el pintor Ricardo Suárez para su alternativa, había contemplado con cierta perplejidad la precipitada devolución del tercero, que fue sustituido por un tremendo sobrero de más de seiscientos kilos que se derrumbó debajo del caballo a la primera de cambio.
Serna brindó al cielo antes de contemplar que el toro de La Palmosilla pasaba sin emplearse, esperando y defendiéndose mientras se aplomaba muletazo a muletazo. A pesar de todo consiguió ligar una tanda, muy jaleada, en la que todo lo puso el torero. No pudo haber más. El astado se quedó cortísimo en la siguiente y la espada, para más inri, se atascó.
Pero Rafa supo esperar a ese sexto para trazar una faena firme en el planteamiento, cuidada en la colocación e inteligente en la medida de los tiempos que consiguió extraer el mejor fondo del animal en dos tandas empacadas, bien hechas y bien dichas que validaron el trofeo.
El toro duró poco y, cuando se sintió podido, acortó sus viajes y se puso a la defensiva. La espada sí validó esta vez el trofeo que Serna paseó feliz.
Luis Bolívar también había estado cerca de cortar otra oreja del cuarto que fue, a la postre, el mejor del desigual envío de La Palmosilla. El diestro colombiano lo recibió con una larga en la puerta de chiqueros que repitió después entre las rayas.
El animal ya anunciaba cosas buenas en la lidia que confirmó cuando Bolívar tomó la muleta para enjaretar dos buenas series de muletazos templados y bien trazados en los que supo coger el aire a la buena condición del toro.
Bolívar se había relajado pero la decoración cambió por completo cuando arrancó la música. El tono del trasteo fue otro aunque el colombiano trató de amarrar la oreja que estaba acariciando con un fulminante espadazo al encuentro que quedó algo caído. Tuvo que conformarse con una vuelta al ruedo.
Con el primero de la tarde, que había inaugurado el catálogo de inválidos, no se dio demasiada coba y lo despachó de estocada baja.
En medio de ambos había actuado el mexicano Luis David que apenas pudo enseñar su buen concepto con un segundo de mejor principio que final al que llegó a torear con compostura sobre la mano izquierda antes de que echara el freno por completo. El sobrero de Sampedro que hizo quinto era un inválido absoluto al que toreó de salón y mató de un feísimo espadazo.
FICHA DE FESTEJO.- Cinco toros de La Palmosilla, incluyendo el sobrero que hizo tercero, y otro sobrero más, el quinto, de Fernando Sampedro, que resultó tan flojo e inválido como la mayoría de los titulares. El primero fue blando y desinflado; desigual y progresivamente aplomado el segundo; soso y deslucido el tercero; potable el cuarto y con posibilidades pero a menos el sexto.
Luis Bolívar, silencio y vuelta al ruedo tras petición.
Luis David Adame, silencio y silencio.
Rafael Serna, silencio y oreja.
La plaza registró media entrada en tarde primaveral y de agradable temperatura.