Puerta grande para Luis Bolívar en Manizales

Hubo que esperar hasta el cierre para que una plaza con fe viera la faena de la corrida a cargo de un maduro Luis Bolívar, autor de una obra de la que fue único responsable. Dos orejas de un buen toro de Juan Bernardo Caicedo y puerta grande para el diestro colombiano

Con información de EFE, tomada de internet

Antes faena de gozo y disfrute, esos que solo dan la madurez y el conocimiento, de Antonio Ferrera al noble primero de la tarde, al que solo le faltó fuerza para sacar nota óptima.

En el capote hubo sentimiento y en la muleta desmayo y pulcritud ante la buena embestida del toro. Ovación tras fallar con la espada. Palmas al toro.

Muy por encima estuvo Sebastián Castella frente al segundo de la corrida, que no puso su tarde fácil.

El francés mandó de principio a fin y remató bien con la espada. Palmas.

Y Luis Bolívar, que cerró esa parte inicial de la tarde, es aquel del que brota madurez por todos los poros.

El de Juan Bernardo Caicedo buscó refugiarse en los adentros pero el diestro colombiano aportó su técnica y el conocimiento de los terrenos para obligarlo a jugar en medios y tercios del ruedo. Palmas, tras no acertar con el estoque.

Cuarto, como tal, no hubo. El toro perdió la fuerza en sus remos delanteros al comenzar la faena de muleta y Ferrera debió abreviar.

Y la tendencia a la baja siguió su curso en el quinto de la tarde, rajado y sin opciones. Castella no pudo más que sentir frustración y postergar las ilusiones. Palmas.

Y el remate de la tarde fue ver a Luis Bolívar, una vez más, apropiado de su papel de lidiador, para evitar que el animal se marchara a terrenos indignos.

La tarea sobre la mano izquierda fue de alto tono. Y, aparte, supo exprimir hasta la última gota de lo que aportó, a regañadientes, su oponente. Espadazo y dos orejas. EFE

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