Ramsés se viste de Cáceres y de Rincón

El torero bogotano arrasó ante un bravo encierro de Juan Bernardo Caicedo. Mereció cuatro orejas, pero el presidente las redujo a tres. Su toreo eclipsó a dos figuras, Perera y Hermoso de Mendoza.


Por Rodrigo Urrego B.

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Habría que remontarse a las épocas de Pepe Cáceres, de Jairo Antonio Castro, del César Rincón número uno del mundo, o a la feria del 2012 de Luis Bolívar, para ver a un torero colombiano triunfar con tanta contundencia. Ramsés apareció este 7 de enero en la plaza de toros de Manizales para protagonizar un alboroto, semejante a los de aquellas páginas de gloria. Con Capote, muleta y espada, el torero bogotano firmó una actuación de cuatro orejas, como aquella que protagonizó en sus comienzos en la Santamaría de Bogotá. El palco presidencial le robó tal hazaña, y lo dejó sin premio redondo. No importó. Ramsés cortó tres orejas y a hombros vio como Miguel Ángel Perera, el que tiene el record de abrir las puertas más grandes del toreo en una sola temporada, y Pablo Hermoso de Mendoza, una leyenda del toreo que está muy lejos de sus días gloriosos, se marchaban caminando. Ramsés, amo y señor de la cuarta corrida.

Ramsés salió vestido de azul y oro, pero parecía estar vestido con la mística de Cáceres o de Rincón, esos toreros que no se dejaban ganar en su feudo, así los retadores fueran las más encopetadas figuras españolas. Tras el primer tercio, Ramsés, en la mitad del ruedo, se echó el capote a la espalda, y toreó por gaoneras a Trabajador, el primer toro del encierro, algunas de ellas con trazo de muletazo con el capote. También, en el centro del ruedo, se tiró de rodillas y lo toreó en redondo con la profundidad de quien lo hace de pie. Luego, con las plantas de los pies sembradas en la arena, toreó con dominio y categoría. Si el toro se resistía, giraba su cuerpo con los pitones a milímetros, y se lo pasaba en circulares invertidos. De pie, también de rodillas, y terminó tan cerca del toro, casi en la mida de los pitones, y hasta con desplantes de rodillas. Faena de auténtica figura en días de gracia. Fue un descaro que el presidente le robara la segunda oreja.

A la altura del cuarto, la corrida de Juan Bernardo Caicedo ya tenía el sello de la mejor de la tarde, a falta del mano a mano entre Morante y El Juli, en el que, sobre el papel, se disputará la Catedral de Manizales. Ramsés empataba injustamente a un trofeo con Perera y se tiró de rodillas en tres largas cambiadas, una de ellas el pitón le pasó acariciando la yugular. Volvió a echarse el capote a la espalda en el quite, y desde ese momento no paró de regalarle emociones a los más de 12 mil espectadores que volvieron a llenar la plaza. Quieto como un poste, y pasándose el toro lo más cerca de su cuerpo. El cambiado por la espalda puso la plaza en pie, y cada serie levantaba a la gente de sus asientos, porque eran una descarga de emoción. Esta vez el público se empeñó en contrariar al presidente que apenas había sacado un pañuelo blanco para valorar una faena que se metió en la disputa del trofeo. Por más que quiso el presidente consumar una injusticia, el clamor del público lo obligó a sacar el segundo pañuelo, y el azul para premiar a Marino II, el toro más bravo de la corrida, con la vuelta al ruedo en el arrastre. Como en las tardes de Cáceres, o de Rincón.

El toreo de Ramsés eclipsó todo lo demás. Miguel Ángel Perera cortó una oreja de su primero, Gorra Roja, un toro jabonero que embistió hasta el cansancio, y el que torero se le fue envolviendo alrededor de su cuerpo hasta ponerse lo más cerca posible. Faena que tuvo momentos tan emotivos. Como esos finales en los que el torero convertía los muletazos en un solo circular, interminable. Una oreja. El quinto fue Vigilante, otro jabonero, ovacionado por su imponencia desde que salió de toriles. Fue violento y de embestidas cortas, Perera no tenía como quitarle a Ramsés los titulares de la tarde.

Como también estuvo lejos de hacerlo Pablo Hermoso de Mendoza, quien en Manizales volvió a dar una tarde muy por debajo de su legendario nombre.

Manizales, plaza de toros de Manizales
Sábado 7 de enero de 2017
Feria de Manizales
Cuarta corrida
Toros de Juan Bernardo Caicedo

Ramsés: Oreja con petición de la segunda y dos orejas
Perera: una oreja y silencio
Pablo Hermoso de Mendoza: silencio y silencio
El toro Marino II, lidiado en cuarto lugar, fue premiado con la vuelta al ruedo.

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