Trece avisos

Notable novillada de Armerías en la que cuatro ejemplares se devolvieron vivos al corral. Los dos de Francisco Puerta, el primero de Juan Camilo Alzate, y el segundo de Luis Miguel Ramírez.

 

Texto y Fotos Rodrigo Urrego

 

Que los toros se devuelvan vivos por su bravura en el ruedo es una gran noticia. Que lo hagan por la incapacidad de los toreros, toda una tragedia. Hasta cuatro novillos de Armerías regresaron vivos al corral. Trece avisos se escucharon en la plaza de toros de Manizales. Los aspirantes a matadores de toros están lejos de esa condición, la primera que se debe tener en estos tiempos. Ser diestros en el arte de matar toros. Pero como no tienen toros para matar, no pueden aprenderlo por arte de magia.

Es probable que los tres avisos que se escucharon en el primero de la tarde le hayan cerrado las puertas de la feria a Juan Camilo Alzate, las que había abierto con su toreo. Tres avisos son una fea mácula que empañaron a quien demostró en el ruedo estar preparado para hacer un paseíllo de tanta envergadura. Y eso que la estocada había sido notable. Pero el descabello fue un suplicio, y una fea imagen.

En el cuarto, también protagonizó varias emociones. Como torear con temple y buen trazo de rodillas, en la mitad del ruedo. También sacó óles con naturales, y gritos de miedo con unas bernadinas. También escuchó un aviso.

Seis avisos fue el saldo del local Francisco Puerta. Pero pudo ser peor. El primero de su lote lo cogió de fea manera cuando lo toreaba con la muleta. El pitón del novillo pareció atravesarle la pierna, de donde lo tuvo colgado por segundos interminables. Por fortuna la que estaba colgada como un perchero era la taleguilla. Milagro. El percance se veía venir tras un par de series en las que el joven aspirante se quedó quieto y tragó unas embestidas lentas pero inquietantes. Fue quizás su único cuarto de hora durante la tarde. Aún no tiene la más mínima noción de manejar la espada. Al menos en esta tarde que pareció viernes 13 se vio así.

Con muy buenas intenciones y ganas de hacerlo todo llegó Luis Miguel Ramírez. En sus dos toros hizo cosas que emocionaron, pero su tauromaquia se vio, aunque variada, muy novata. Infortunadamente se sumó al inri de la tarde, y vio como el último novillo de la tarde se marchaba vivo a los corrales. Cinco novillos de Armerías embistieron, como para ser arrastrados sin orejas, pero cuatro se fueron al corral. Tarde de trece avisos.

 

Plaza de toros de Manizales

Tercera de feria. Lleno en los tendidos.

Novillos de Armerías

Juan Camilo Alzate, silencio tras tres avisos y ovación tras aviso.

Francisco Puerta, pitos tras tres avisos y bronca tras tres avisos.

Luis Miguel Ramírez, palmas y palmas tras avisos.

 

Foto y Video en  http://bit.ly/2f2kOGl

 

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