Ángel Téllez: la primera sorpresa de San Isidro
El joven torero toledano Ángel Téllez fue la revelación de la corrida de hoy en San Isidro, al poner sobre el tapete de Las Ventas el toreo más auténtico de lo que va de feria, lo que, tras fallar con la espada, le valió para dar una aclamada vuelta al ruedo, en idéntico balance que el mexicano Joselito Adame.
Con información de EFE, tomada de internet
Aunque también brilló y destacó con el manso sexto, la revelación de Téllez llegó con el tercero, un toro zancudo y vareado al que, tras competir en quites con Adame, llamó directamente desde los medios para abrirle la que sería una maciza faena de muleta.
El de Aráuz respondió con una embestida rebrincada y corta, pero ya más encima, el joven toledano acertó a pulsar suavemente esas medidas energías con los vuelos de la muleta, tocando con precisión y, sobre todo lo demás, con una profunda sinceridad en los cites y en los embroques.
Solo faltó ese punto más de energía al animal para que la faena tuviera más rotundidad, al tiempo que sobró el pinchazo previo -por el error de colocarse demasiado en corto- para que en vez de dar la vuelta al ruedo Téllez hubiera cortado una de las orejas de más peso de las pocas que se han concedido.
Y también estuvo a punto de llevársela del último, un toro de descarada querencia a chiqueros, pero al que, paciente y hábil, supo desengañar para sujetarlo y torearlo en los medios, aunque sin poder exigirle de más para evitar que retomara su camino de huida.
Fue este otro de Téllez un trasteo de torero experto, pese a su bisoñez, rematado con unas saboreadas y ajustadas manoletinas y el espadazo de se echó de menos con el primero.
También dio una vuelta al ruedo Joselito Adame, solo que esta fue protestada por parte del público habitual de Las Ventas que vio siempre a la contra todo cuanto planteó el mexicano, que en realidad fue un despliegue de determinación y fibra.
Y más aún teniendo en cuenta que ese cuarto de la tarde, que acabó rompiendo en bravo, se le vino encima para propinarle una espeluznante voltereta al abrir la faena por estatuarios, con una caída en mala posición que hizo temer peores consecuencias.
Pero Adame se rehizo y le planteó una faena que tuvo ciertas similitudes en su planteamiento con aquellas con que las hace veinte años César Rincón ponía esta misma plaza boca abajo: cites en la larga distancia, muletazos embraguetados, ligazón, firmeza, remates amplios de pecho y adornos de garbo…
Solo que las tandas, en exclusiva por el pitón derecho, se antojaron demasiado cortas, de tres y el remate, pese a la brava codicia del castaño de Aráuz al que además el azteca pinchó antes de la estocada, como le pasó también en un trasteo de idénticas formas, pero no tan intenso, al voluminoso y noblote sobrero de Chamaco.
Pepe Moral se encontró el lote de menos opciones de la variada corrida, formado por un primero totalmente rajado con el que a poco estuvo de que sonaran los tres avisos, y un quinto sosote y sin clase con el que el sevillano hizo un anodino esfuerzo.
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FICHA DEL FESTEJO:
Cinco toros de Araúz del Robles y un voluminoso sobrero (1º) de Chamaco, de buen fondo, sustituto de uno de los titulares y otro de la misma divisa devueltos. De dispares hechuras pero en conjunto con cuajo y seriedad. Y, aunque mansearon en los primeros tercios, de juego variado e interesante, salvo el rajado segundo. Destacó especialmente el bravo cuarto.
Joselito Adame, de turquesa y oro: pinchazo hondo estocada desprendida (ovación); pinchazo bajo y estocada (vuelta al ruedo protestada).
Pepe Moral, de verde hoja y oro: pinchazo, estocada corta y nueve descabellos (silencio tras dos avisos); estocada caída (silencio).
Ángel Téllez, de blanco y plata: pinchazo hondo y estocada delantera (vuelta al ruedo tras petición de oreja); estocada algo trasera (ovación).
Adame fue atendido en la enfermería de una contusión cervicodorsal, pendiente de estudio radiológico, y de una herida en la cabeza con pérdida de cuero cabelludo, de pronóstico reservado.
Entre las cuadrillas, destacaron con las banderillas Juan Navazo, Tomás López y Fernando Sánchez, éste tras un soberbio par al cuarto.
Décimo festejo de la feria de San Isidro, con más de media entrada (unos 132.000 espectadores), en tarde de calor.