Cali: Adame triunfador de la novillada de la feria

El novillero mexicano Alejandro Adame se convirtió en el primer triunfador de la Feria de Cali, tras la realización del primer festejo del ciclo taurino que comenzó este sábado en la plaza de toros de Cañaveralejo.

El torero natural de Aguascalientes cortó tres orejas -una y dos en sus respectivos turnos- en una tarde en la que el español Manuel Perera se hizo con dos apéndices y el colombiano Anderson Sánchez con uno.

El encierro de la ganadería Salento fue parejo en presentación y comportamiento, con dos ejemplares de nota alta, los corridos en cuarto y quinto lugar.

FICHA DEL FESTEJO

Novillada oficial de la 63 Feria de Cali. Seis ejemplares de Salento. Bien presentados y, en general, con motor y posibilidades. Se premió al cuarto con la vuelta al ruedo. Aplaudidos en el arrastre primero, segundo y quinto.

Alejandro Adame: nazareno y oro. Espadazo y oreja. Media en buen sitio y dos orejas.

Manuel Perera: fucsia y oro. Espadazo y oreja. Espadazo y oreja.

Anderson Sánchez, frambuesa y oro. Pinchazo y entera, saludo. Entera, oreja. Menos de un cuarto de entrada.

«Bravero» llevaba por nombre  y con él como aliado, el mexicano Alejandro Adame escribió su página de oro en la apertura de la Feria de Cali, al cortar las dos orejas, en la mejor faena del festejo,  para erigirse desde ya como el mejor aspirante del ciclo taurino que recién comienza en esa ciudad del suroeste de Colombia.

La lidia del ejemplar, cuarto de la tarde, tuvo como ejes el temple y la lentitud, pero no menos el sitio y el buen manejo de los tiempos y las distancias.

De esa suma de atributos resultó una obra que la escasa concurrencia disfrutó a placer, hasta exigir los máximos trofeos que la presidencia terminó por conceder.

Pero además de los méritos del novillero de Aguascalientes vale resaltar la bravura del novillo criado en los Andes del Eje Cafetero colombiano y el son que caracterizó cada una de sus embestidas. Incluso, lo más parecidas a la bondad y duración tradicionales en el toro mexicano.

Ya en el de apertura de la tarde, Adame había aprovechado la nobleza de ese enemigo para conseguir un trofeo y dejar atisbos de sus buenas maneras toreras.

Entre tanto, para el español Manuel Perera hubo también puerta grande, eso sí, con huellas de valor y de dolor.

El de Extremadura confirmó en Cañaveralejo que tiene futuro pero, asimismo, que lo suyo tendrá como marca el atrevimiento sin límites.

En su primero sacó agua de un pozo seco, arrimándose sin medir consecuencias hasta cortar pelo. El encastado quinto literalmente lo puso de cabeza y a punto de pasar a la enfermería.

Perera se repuso y le hizo frente con argumentos de poder a poder, a los que el astado supo responder con franqueza. Oreja y petición de otra.

Para el colombiano Anderson Sánchez las cosas fueron más complicadas que su falta de oficio de entrada frente a la de sus alternantes.

De hecho, su lote tuvo dificultades diferentes, pero dificultades al fin y al cabo. Pese a ello se sobrepuso y supo brillar en el capote en ambos turnos antes de dar paso a la voluntad en la muleta, hasta conseguir que lo invitaran saludar desde el tercio en el tercero y a dar vuelta, oreja en mano, en el del adiós.

Comparte este contenido