El Fandi y Joselito Adame logran la puerta grande con una buena corrida de Las Ventas
Los toros de Las Ventas del Espíritu Santo, el diestro español David Fandila ‘El Fandi’ y su par mexicano Joselito Adame se convirtieron en clamorosos triunfadores de la corrida inicial de la Feria de Cali, celebrada este domingo.
Los ejemplares del hierro de propiedad del matador de toros Cesar Rincón tuvieron enorme regularidad en todos los tercios gracias a su bravura y a la capacidad física que, a la larga, se convirtieron en durabilidad.
Uno de ellos, el lidiado en el sexto turno de la tarde, obtuvo el indulto. Entre tanto, el Fandi cortó cuatro orejas y Adame, tres, dos de ellas simbólicas.
Ficha de la corrida
Se lidiaron seis toros de Las Ventas del Espíritu Santo, en general, serios y bravos, indultado el lidiado en sexto turno, de nombre ‘Formal’, número 541 de 506 kilos, para los toreros de a pie y dos de Salento en los turnos de rejoneo.
David “El Fandi” Fandila, sangre de toro y oro. Dos orejas tras espadazo. Entera y dos orejas.
Joselito Adame, turquesa y oro. Oreja, tras entera. Dos orejas simbólicas.
José Arcila, azul rey y oro. Silencio tras dos pinchazos y aviso. Entera y serie fallida de intentos de descabello.
Oscar Borjas, rejoneador: pitos y silencio.
Por la puerta grande
Tarde de lujo resultó ser la primera corrida del abono de la Feria de Cali y así lo vivieron y lo cosecharon “El Fandi” y Adame, quienes cobraron cuatro orejas el primero, y tres el segundo, en maratónico festejo de ocho ejemplares, dos de ellos del hierro Salento para el rejoneador español Óscar Borjas.
Más allá de los méritos de los dos alternantes triunfadores, el real suceso del espectáculo estuvo a cargo de los toros de Las Ventas del Espíritu Santo, que desde el principio hasta el fin enseñaron facultades dignas de pasar a la historia del coso caleño.
Todo comenzó con la faena del regreso de “El Fandi” a Cañaveralejo, marcada por su acostumbrada diversidad, pero más por las excelsas condiciones de “Cazador”, el toro de Las Ventas, que fue bravo y anduvo sin ahorrarse nada en todos los tercios.
Con él, el torero de Granada tuvo como deleitarse hasta encontrar las dos orejas de la puerta grande, fruto de su entrega, pero también de un público generoso. La vuelta al ruedo del ejemplar redondeó el éxito de este capítulo de la tarde.
El encastado que hizo las veces de tercero del festejo dejó huellas claras de su carácter hasta treparse en el curso de la lidia a Adame.
Claro está, cuando el diestro mexicano hizo gala de su capote de oro y cuando bajó la mano en la muleta hubo algo para guardar en la memoria. Oreja. Pero este “Analítico” cotizó alto y mereció irse en olor de multitudes.
Y si algo tuvo el siguiente, cuarto de la tarde, fue seriedad, franqueza y posibilidades. Peleó en los medios, como la mayoría de sus hermanos, y siempre fue tras los engaños en manos del colombiano Arcila, aunque faltó que lo invitaran a ir más allá de donde lo quiso el diestro, a quien el acero no hizo caso.
El quinto mantuvo la racha porque lo que le faltó en fuerza le sobró en todo tipo de cualidades, entre ellas la bondad y la fijeza.
Tuvo el de Rincón tanto para confiar en él, que “El Fandi” desató otro versión suya, la de ir a vivir en la lentitud y el reposo. Dos orejas y más palmas para la divisa.
Aún había tiempo para más, pero no de cualquier manera sino al mejor estilo de eso que se llama bravura.
Y vino este “Formal”, número 541 y con 506 kilos de peso, para convertir a la plaza en un manicomio con sus embestidas de largo hasta rebosarse en las mismas, siempre bajo la batuta de un entonado Adame.
La sucesión de series ligadas y templadas, con la emoción hecha común denominador trajo la petición de indulto que el palco otorgó.