Ferrera y el colombiano Bolívar, a hombros en Manizales
En tarde para el recuerdo, el español Antonio Ferrera y el colombiano Luis Bolívar se fueron a hombros este miércoles por la puerta grande durante la segunda corrida de abono de la 68 Feria de Manizales.
Por Víctor Diusabá, tomado de EFE en internet
Foto Wiliam Cortés
Ferrera cortó dos orejas al primero de la tarde y Bolívar indultó al quinto del festejo. El otro alternante, el también local , José Arcila cosechó un apéndice.
Los toros de Juan Bernardo Caicedo (JBC) fueron mansos en general, a excepción del que obtuvo el perdón.
DESAGRAVIO A MARCO PÉREZ
Hecha un solo sentimiento, la plaza de toros de Manizales vivió con enorme intensidad su segunda corrida de abono de la Feria 68, con Antonio Ferrera y Luis Bolívar como grandes triunfadores.
La prohibición para actuar de que fue objeto el niño torero Marco Pérez por parte del Ministerio de Trabajo terminó convertido en aliciente para los espectadores que estuvieron a punto de colmar los tendidos de la Monumental de esta ciudad.
Al final, dos toreros a hombros y una plaza hecha manicomio ratificaron la vocación de esta ciudad taurina.
Sobre el curso del festejo, las cosas se sucedieron a partir de ese primero, un tacazo de toro, que empujó hasta los propios medios en el caballo.
Y otro tacazo fue la ovación a Marco Pérez, luego del brindis de Antonio Ferrera. Ya en materia, el diestro español tuvo que tirar de la escasa movilidad del ejemplar, casi aplomado. De ahí salieron las series impensables, más caras sobre la mano izquierda. Estoconazo y dos orejas.
Luis Bolívar se puso de rodillas para recibir al segundo de la tarde. De ahí en adelante lo debió hacer muy firme ante un animal sin norte al que la cabeza y las manos diestras del colombiano fueron orientando hasta poner la plaza a sus pies. Oreja.
El tercero indefinido por largo trecho pareció alegrarse ante los cites rodillas en tierra de José Arcila. El torero local aprovechó esos viajes para ponerlo en los medios, donde lo puso a seguir su muleta sin que el de JBC dijera mucho a la hora de embestir. Oreja.
Empujó con bravura el cuarto en el caballo del picador Clovis Velásquez. Y enseguida Ferrera, sabedor de las debilidades de su enemigo, lo sujetó en los medios para, en mayúsculas, templar y mandar al castaño. Incluso por encima de la tendencia a rajarse de este. Falló con la espada en su particular forma de entrar de largo en la suerte. Ovación.
La tanda más cuajada con el capote en lo que iba corrido de la tarde estuvo a cargo de Luis Bolívar frente al que sería el toro de la corrida, Legionario, número 179, de 488 kilos.
Ahí, en los medios, con Marco Pérez como testigo, luego del brindis, Bolívar hizo el toreo en hondas expresiones siempre con el eco del hijo de JBC. Y vino el indulto de un toro, además, con una de sus extremidades en problemas, de lo que pareció olvidarse.
El jabonero sucio que saltó en sexto turno fue otro manso como la mayoría de sus hermanos. Arcila hizo todo lo posible por obtener el pasaporte que ya tenían sus compañeros, pero no hubo nada que hacer.
FICHA DE LA CORRIDA
Toros de Juan Bernardo Caicedo, desiguales de presentación y mansos en general, a excepción del quinto para el que asomó el pañuelo del perdón.
Antonio Ferrera, grana y oro: dos orejas luego de estoconazo. Ovación en los medios luego de metisaca, entera y descabello.
Luis Bolívar, verde botella y oro: entera y oreja. Dos orejas simbólicas.
José Arcila, grana y oro: entera y oreja. Tres cuartos, palmas.