LES GUSTE O NO LES GUSTE
La expresión fue del representante a la cámara Juan Carlos Losada ayer en el salón Boyacá del Congreso de la República. Con ella le recordó a los taurinos que su proyecto prohibicionista pasará, como una aplanadora, sobre la defensa del sector taurino.
Por Diego Caballero D.
Los gritos, dicen los especialistas, activan una señal de alarma en nuestro cerebro que puede llegar a anular el pensamiento, lo que equivale a no pensar cuando se habla. Los que gritan, enseñan los estudios, lo hacen al sentirse amenazados. Pero los gritos no nos deben sorprender, así salgan de la garganta de un honorable representante para dirigirse al pueblo, pues él, como todo ser humano, tiene derecho a sentir los miedos innatos con los que nacemos: el miedo a caerse, o a que se nos caiga algo, y a los sonidos fuertes, como suelen ser las verdades.
También solemos gritar cuando no escuchamos o no sabemos escuchar. Y ayer a los taurinos y a los que dependen del sector taurino, pocos se les escuchó, por lo menos por parte del que debería escucharlos: el representante a la Cámara por Bogota que quiere ‘’proteger’’ un animal, pero que no ha explicado (de manera razonable) cómo hacerlo.
Entre gritos, alteraciones y salidas del recinto, como Juan por el congreso, por parte de Losada, a los taurinos les quedó claro que LES GUSTE O NO LES GUSTE, como lo expresó el representante, las corridas de toros se acabarán y de nada servirán estas audiencias donde los del sector taurino buscan dar a conocer sus razones para defender al toro de lidia y a las corridas de toros.
LES GUSTE O NO LES GUSTE a los taurinos, al representante no le va a importar que un novillero haya hablado en nombre de sus compañeros para expresar que ‘’sus sueños no están en venta’’ y que ellos, como los toros, son del pueblo.
Que el sector taurino mueva la economía y que Bogotá en los últimos cinco años en los que se han podido celebrar corridas de toros haya recibido por concepto de impuesto al deporte, impuesto de espectáculos y piso de plaza la suma de $ 16.891.972.375 (fuente Tesorería del IDRD); que un empresario haya llegado con números sobre los trabajos que genera una feria taurina en un pueblo; o que la madre de un torero, como cualquier madre, y a la que además no escuchó, se preocupe porque a su hijo lo van a dejar sin trabajo.
LES GUSTE O NO LES GUSTE, a los taurinos les tocó dejarse calificar como generadores y engendradores de violencia en palabras de una animalista que, iluminada por Paul McCartney, dejó entrever su verdadera intención que no es otra que la de un mundo vegano, pues según ella el que come carne es un ser violento. También tuvieron que dejarse llamar mentirosos, por decir que muchos han dependido de las corridas de toros y hasta tuvieron que escuchar los gritos que tildaron a su defensa como estúpida, torpe y absurda.
LES GUSTE O NO LES GUSTE, a los taurinos les tocó quedarse sin escuchar una respuesta a sus preguntas, aunque fueran hechas directamente al representante que solo hacía uso a la réplica cuando él creía verse afectado.
LES GUSTE O NO LES GUSTE, a los taurinos les quedó claro que los animalistas no van a aceptar que sus representantes se instalan en las plazas de toros para amedrentar a los aficionados o que con mentiras intimidan a los alcaldes de los pueblos para que no dejen dar corridas de toros; tampoco van a aceptar que no hay alguien más animalista que el mayoral de una ganadería que se levanta a las cuatro de la mañana a preparar el alimento para los toros, el que se unta de boñiga todos los días, como lo expresó un ganadero; menos aceptarán que si logran prohibir los toros, no salvarán ni un ternero, como lo dijo un aficionado. Que, aunque los taurinos no son una minoría establecida, los hacen sentir como una de ellas: perseguidos.
LES GUSTE O NO LES GUSTE a los taurinos, el representante, en su derecho, no escuchó a un campesino que se subió al atril a defender su costumbre de ir a una corrida de toros; tampoco al torero cómico que contó como en los pueblos los espectáculos de los enanitos toreros logran sacarles una sonrisa a los niños campesinos.
Pero LES GUSTE O NO LES GUSTE a los animalistas y al representante, se tienen que decir cuales son las entidades del Gobierno que van a regular a los damnificados en una eventual prohibición de las corridas de toros, de donde van a salir los santuarios que proponen para los toros y el capital para mantenerlos. Eso fue lo que dejo claro una aficionada que explicó que no se trata de solo eliminar y prohibir.
Entre gritos y manoteos trascurrieron más de cuatro horas en la que el representante sumó hora y cuarenta minutos en el recinto. Varias veces salió, una de ellas después de expresarle a los taurinos que LES GUSTE O NO LES GUSTE, ya no había esperanzas para ellos. Pero el momento más álgido de la mañana fue cuando a un aficionado le dio por recordarle al Losada actual, el Lozada del pasado.