Lorenzo, Ginés y Parladé salvan en parte la tarde en Sevilla
Daniel Luque, que regresaba a la Maestranza tras la Puerta del Príncipe del pasado jueves, pechó con el lote de ‘juampedros’ más deslucido y fue ovacionado tras una actuación firme y valiente.
Regresaba Daniel Luque al coso del Baratillo tras su Puerta del Príncipe del pasado jueves y la pena es que su lote de ‘juampedros’ no le dio opción alguna de reeditar ese triunfo. Hubo temple y suavidad en su capote en el recibo al primero, que enseguida dejó entrever su justeza de fuerza y de vida. A Luque no le quedó otra que mostrarse muy por encima de un toro extremadamente soso al que despachó de una certera estocada. En el cuarto, además, firmeza y valor a raudales del gerenense ante un toro que, como única virtud, se alegró cuando se arrancó al caballo de picar. De hecho, lo brindó Luque al respetable, pero el de Juan Pedro reponía y se quedaba corto, optando el torero por meterse entre sus serios pitones y jugarse los muslos a carta cabal. Otra buena estocada dio pie a una petición no atendida por el palco.
Ficha del festejo
Real Maestranza de Sevilla: Martes, 3 de mayo. Noveno festejo del abono, séptimo del ciclo continuado de Feria.
Ganadería: Se lidiaron cuatro toros de Juan Pedro Domecq y dos, quinto y sexto de Parladé, el otro hierro de la misma casa ganadera, bien presentados y de escaso juego salvo los dos últimos, que tuvieron más vitalidad en sus embestidas, siendo ovacionados en sus arrastres.
Toreros: Daniel Luque, de blanco y oro, palmas tras petición y ovación con saludos tras petición.
Álvaro Lorenzo, de pizarra y oro, silencio tras aviso y una oreja.
Ginés Marín, de nazareno y oro, silencio y una oreja.
Incidencias: La plaza registró algo más de media entrada en tarde de lluvia durante los tres primeros toros.