Oreja para Miguel Ángel Perera y Roca Rey en la quinta tarde de No hay billetes
Roca Rey y Miguel Ángel Perera cortaron una oreja en la vigésimo primera de San Isidro, la quinta tarde del serial en la que se colgó el cartel de No hay billetes. La corrida de Victoriano del Río, con romana, tuvo varios toros con opciones. Eran las últimas actuaciones en la feria de Miguel Ángel Perera, Roca Rey y López Simón.
El tercero, reunido de cara, estrecho de sienes y largo, salió abanto y manseó durante toda la lidia. No obstante, cuando tomaba la muleta, lo hacía bien, humillando y desplazándose. Tuvo mérito la labor de Roca Rey porque logró extraerle y ligarle series, en los terrenos de la querencia, provocando los olés del tendido. El estoconazo final aseguró el premio.
Miguel Ángel Perera también paseó una oreja del cuarto tras una faena de mando, colocación y temple. Por el pitón derecho llevó la muleta arrastrada y toreó despacio. Al natural, alargó el muletazo aprovechando las embestidas del animal. Completó la faena matando de estoconazo. Con el primero, que echó la cara arriba, dejó un buen quite por chicuelinas. Luego en la muleta el toro acudía al engaño pero salió suelto del muletazo. La estocada quedó trasera.
Con el segundo, fino y más ancho de sienes, López Simón saludó una ovación. El toro embistió humillado y con mucha calidad por el pitón derecho y le instrumentó series muy ligadas, especialmente la tercera. Por el izquierdo el animal punteaba más la muleta y se quedaba más corto. Hubos dos series. Después buscó la cercanía y los circulares. El cierre fue por manoletinas y tras la estocada entera le sonó un aviso y hubo leve petición de oreja. El quinto protagonizó un gran tercio de varas junto a Tito Sandoval que saludó una ovación con el público en pie. López Simón inició faena de rodillas en los medios pero el animal aguantó unas series por el derecho y por el izquierdo pronto se rajó.
En sexto lugar, le tocó a Roca Rey en suerte el peor toro de la tarde, que embistió sin clase y con el que tiró de técnica para llevarlo muy tapado y ligar las tandas pese a que salía con la cara suelta y protestando. Mató de estocada entera y falló con el descabello.