De lo duro a lo manso
Una corrida mala. No solo porque no tuvo opciones sino porque ni siquiera tuvo matices. O sí, cuando no fue dura en exceso fue mansa. Y cuando no fue mansa fue dura. Y eso que a veces le dió la gana ser las dos cosas al mismo tiempo.
Por Víctor Diusabá Rojas para La Patria, tomado de internet
Por eso si alguien se merece las loas, son quienes se pusieron por delante. Los mismos que, como no existe el sentido de la anticipación, llegaron al patio de cuadrillas más pendientes del cielo que de la auténtica tormenta que les esperaba allá adentro. Cada uno, abordo de su ilusión.
El Cid, con ganas de irse por la puerta grande de una plaza que lo consagró, ahora que ha decidido irse a mirar los toros desde la barrera. Emilio de Justo, dispuesto a revalidar lo que tanto se dice de él tras su golpe en Cali. Y David Martínez, seguro de convertir su oportunidad en un toque de atención.
Y se vino entonces en secuencia, desde el mismo ejemplar dispuesto para los recortadores, esa suma de defectos. O, para ser justos, la condición que termina siendo debilidad, que no es lo que busca el ganadero pero que resulta ser así – malo – y que lo obliga, cómo no, a asumir las consecuencias. Y qué duda cabe que Jorge Gutiérrez lo hará, como siempre lo ha hecho.
Nos quedamos pues con la desazón. Pero también con El Cid que quiso y no pudo. O que cuando creía que iba a poder, su primero se le vino encima para ponerle en cuestión la estabilidad y las rodillas.
Y con Emilio de Justo en ese que a la larga resultó ser un extraño rapto de temple y mando del segundo de la tarde, antes de que asomaran la bronquedad y la violencia.
Y con el David Martínez que debió comerse ese sexto bis tan aparatoso (sucesor del ‘Pajarito’ que anduvo volando de callejón en callejón), al que supo poner en su sitio cuando el animal quería hacerse al mando a punta de kilos y cara cuando en realidad estaba desfondado de pitón a rabo.
Y los de plata, que estuvieron siempre ahí, con los capotes y las varas, capeando el temporal, sin atender a los pitos sino a sus obligaciones en una corrida que, como la de ayer, sabe a una cosa en barrera y a otra muy diferente en la arena, ahí donde queman las papas y los toros, a veces, mienten.
Ficha de la corrida
Segunda de abono de la 64 Feria de Manizales
Toros de Dosgutiérrez (un sexto bis)
Desiguales de presentación. Mansos y complicados, sin excepción. Pitados en el arrastre.
510, 544, 468, 496, ,514 y 564 kgrs
Manuel Jesús El Cid
Azul cielo y azabache
Palmas tras aviso
y ovación
Emilio de Justo
Marino y oro
Palmas y palmas
David Martínez
Burdeos y oro
Silencio tras dos avisos y palmas.
Detalles:
El subalterno español Manuel Odero sufrió cogida en el segundo de la tarde. Cornada en el gemelo de la pierna derecha y lesión ósea del peroné de la misma pierna. Lluvia persistente. Casi tres cuartos de entrada.