Ponce a hombros en Bilbao

La corrida de Victoriano del Río, de variadas hechuras,  fue exigente. Como ese cuarto toro con el que Enrique Ponce abrió la puerta grande, una vez más.  A su triunfo de hoy le precedían los de Málaga, Ciudad Real, Almería.  Agosto suele ser mes de Ponce y hoy ante un toro de embestida descompuesta e incómoda, en los inicios, el valenciano dejó claro que su tauromaquia y su cabeza siguen vigentes tras 27 años de alternativa. Fue, una faena de quiero y puedo que emocionó a todos,  incluido a Matías que sacó los dos pañuelos.

Cayetano de rodillas tiró de raza y de pie apostó por su mano izquierda que lucio por momentos elegante como en los adornos. Fue en el toro de su debut tardío en esta plaza y en el que un pinchazo volvió tímida la petición de trofeo. Con su segundo toro al que también recibió de rodillas, poco pudo hacer ante una embestida corta y con genio.

Ginés Marín se llevó una oreja de su tarde en Bilbao. La cortó en el último de la tarde y poco después de salir bien librado de una voltereta y estar firma y con actitud ante un toro listo. Se lo había brindado a Ponce y Ginés hizo justicia al brindis. Otra oreja hubiera podido cortar en su primero si antes de la estocada no se atraviesa un pinchazo y un desarme que le quitó intensidad a la faena y a la embestida del animal.

Séptima de feria. Dos tercios de entrada.

Toros de Victoriano del Río

Enrique Ponce, de marfil y oro. Silencio y dos orejas

Cayetano, de tabaco y oro. Leve petición y silencio

Ginés Marín, de turquesa y azabache. Saludo y oreja

Comparte este contenido