Con dos vueltas al ruedo se cerró la feria de Cali

La última tarde de la 65 Feria de Cali no terminó por romper y se saldó con simples reconocimientos a los alternantes y a la ganadería actuante.

Mondoñedo, el hierro más antiguo en Colombia y fundado en 1923 por Ignacio Sanz de Santamaría, fue el invitado central a una fiesta que no se extendió más allá de esos saludos.

Para esta ocasión, su encierro estuvo colmado de matices. Desde el muy buen tercero de la tarde, al que se le premió con la vuelta al ruedo, hasta los dos últimos, quinto y sexto, que sacaron mal estilo, pasando por los otros tres -primero segundo y cuarto- convertidos por momentos en aliados de sus lidiadores.

Fue así entonces como el español Antonio Ferrera advirtió posibilidades en el primero de la tarde y por eso persistió, pese a la poca colaboración inicial de su enemigo.

Pero paso a paso, el experimentado diestro logró sacar las embestidas, sin llegar con fuerza a los tendidos.

En el otro, cuarto, fue la espada la que se opuso, por la persistencia del torero en entrar caminando a ejecutar la suerte suprema, a lo que sobrevinieron tres pinchazos luego de una labor destacada.

El andaluz Manuel Escribano tuvo por su parte un estreno que no se reflejó en trofeos pero sí en el sentimiento de los espectadores, quienes le dieron la bendición en este que era su estreno en la plaza de Cañaveralejo.

A él, los aceros le negaron el triunfo en su primero, segundo de la tarde, luego de banderillear con acierto y mandar sobre su enemigo con la muleta.

El otro, quinto del festejo, sacó genio y se negó a seguir los vuelos del trapo rojo.

El colombiano Luis Miguel Castrillón bailó primero con la mejor pareja de toda la tarde, el tercer toro, al que le ejecutó una faena artística que fácilmente califica entre las mejores suyas en este ruedo.

Cuando el triunfo estaba a la mano, la espada cayó en mal lugar y todo quedó en vuelta de honores para el toro.

El sexto resultó ser un ejemplar con cuajo, digno de todo respeto. El diestro local prefirió abreviar y se fue entre pitos de los espectadores.

La Feria de Cali cerró así su ciclo de cuatro tardes, en las que los diestros españoles Alejandro Talavante y Emilio de Justo alcanzaron la mejor nota en la corrida del pasado 28 de diciembre, convirtiéndose en favoritos para alcanzar el Trofeo Señor de los Cristales, máxima distinción del ciclo taurino de la capital del Valle del Cauca.

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