Bilbao: actitud de El Juli y José Garrido
Poco dijo la corrida de Domingo Hernández y Garcigrande que tuvo malos finales. Cerca del posible premio estuvieron el Juli y José garrido. Ambos, con su espada, alejaron el premio deseado.
La opción de José Garrido fue en el tercero de la tarde, un toro con movilidad y nobleza al que el torero extremeño le cogió rápido el aire y le cuajó una notable faena por ambos pitones. Su toreo ligado y en redondo llegó con fuerza al público que alistaba los pañuelos, pero un pinchazo antes de una estocada en la suerte de recibir, hizo que no salieran y que todo quedara en una ovación.
Su segundo toro no dio opciones para el triunfo y eso que Garrido puso todo de si desde el mismo momento en que lo recibió con dos largas. Lo intentó siempre, con mucho mérito pero recibió poca respuesta de un toro que se orientó rápidamente y que antes había prendido de fea manera a Manuel Larios que pasó por su propio pie a la enfermería con un varetazo en la cara.
El Juli también saludó una ovación. Fue en el cuarto de la tarde, su segundo toro que tuvo la virtud de la humillación. Julián lo lució con el capote, a la verónica y en un quite por chucuelinas. Un par de series templadas, con la muleta en su mano derecha y hasta ahí porque el toro se apagó. Su primer toro no se empleó y la faena no paso de los intentos del torero.
Alejandro Talavante abrió su tarde con un toro de embestida irregular al que supo aprovechar en la primera tanda por el pitón derecho aprovechando la movilidad del toro. Tras una estocada trasera y desprendida, saludó una ovación. Con el quinto, que brindó al público, abrevio más de la cuenta y escucho algunos pitos.
Bilbao
Toros de Garcigrande (1º) y Domingo Hernández
El Juli, silencio y ovación con saludos
Alejandro Talavante, ovación con saludos y pitos
José Garrido, ovación con saludos tras aviso y silencio.
PARTE FACULTATIVO DE MANUEL LARIOS.- “Herida contusa en labio inferior, varetazo en región lumbar y erosión superficial en mejilla izquierda”.