Puerta grande para Sebastián Ritter en el cierre de la temporada de Puente Piedra
El torero colombiano logró salir a hombros en la tarde que puso el cerrojo a la temporada con la que se rindió homenaje a la afición bogotana. Cortó tres orejas, dos de ellas tras indultar un buen toro de la ganadería, como toda la corrida, de El Manzanal. Los españoles Rubén Pinar y Álvaro Lorenzo cortaron, cada uno, una oreja. Los toros tuvieron movilidad y pelearon bien con los picadores lo que hizo que en los tendidos, y durante toda la tarde, no faltara la emoción.
Por Diego Caballero
Ritter se llevó la temporada
El quinto toro, anunciado en la tablilla con el nombre de ‘tentación’, resultó ser el de la tarde y de la temporada. Peleó bien en el caballo de Edgar Arandia, antes de empezar a seguir, entregado y con clase, la muleta de Sebastián Ritter. En los medios demostró fondo, recorrido y bravura. Ante estas condiciones Ritter puso las suyas: firmeza y mandó. No siempre la plana salió perfecta porque el toro no permitía error alguno, pero la mayoría de las tandas, por ambos pitones, se pueden calificar con nota alta. Sobretodo cuando a Sebastián no le faltó el temple en su muleta y relajo en sus muñecas. Ahí llegaron los grandes momentos de una faena que hizo que en los tendidos se pidiera el perdón para el toro que el presidente no tardó en conceder. Dos orejas para el torero antioqueño.
Ya había logrado una de su primer toro que pidió mano baja y tandas cortas. Ritter lo entendió y tras una estocada de efectos rápidos el presidente sacó el primer pañuelo de la tarde. Con tres orejas en sus cuentas, Sebastián Ritter se llevó la temporada celebrada en cercanías a la capital colombiana.
Rubén Pinar abrió la tarde con un toro que se resistió a seguir su muleta. Cuando lo hizo acusó peligro por sus dos pitones. La labor era imposible.
Su segundo toro, el cuarto de la tarde, tuvo una embestida exigente. El torero de Albacete siempre quiso y con valor, y oficio logró sumar muletazo que llegaron al tendido. Una buena estocada animó a los del tendido a solicitar la oreja que fue concedida.
Álvaro Lorenzo cortó una oreja de su primer toro, pero mereció más. El ejemplar de El Manzanal, bravo y con clase, encontró en las manos del torero toledano el molde perfecto para lucir esas condiciones. El temple y el ritmo fueron el común denominador en una faena que tuvo su cuota más alta cuando Lorenzo toreó, aunque en menos cantidad, con su mano izquierda. La buena estocada no tuvo efectos inmediatos porque el bravo toro, aún con su boca cerrada, se resistía a morir. Algo que pareció ser un defecto para los del palco presidencial que dejaron reducida a una oreja la buena faena de Lorenzo. Al toro se le dio la vuelta al ruedo.
Poco se podía hacer con el toro que cerró la tarde. Torearlo fue imposible porque el toro no quiso seguir la muleta de Lorenzo. Tampoco matarlo dignamente. El animal se tornó caminador y el torero lo padeció. Tres avisos. Por su propio pie se marchó el torero español cuando debió salir a hombros y al lado de Ritter, el torero triunfador de la tarde y de la temporada.
Toros de El Manzanal. Bravos en el caballo y con interés para el público. Destacó el que salió en tercer lugar y que mereció una vuelta al ruedo. También el corrido en quinto lugar y que fue indultado. Rubén Pinar (canela y oro): silencio y orejaSebastián Ritter (verde hoja seca y oro): oreja y dos orejas simbólicas. Álvaro Lorenzo (grosella y oro): oreja y silencio tras tres avisos.