Dos toros bravos, Cadaval y Garrido protagonistas en Sevilla.
José Garrido y Alfonso Cadaval les cortaron sendas orejas a los dos toros más bravos y destacados de la corrida de Santiago Domecq lidiadas hoy en la Maestranza de Sevilla, en el festejo que abría el serial continuado de la feria de Abril.
Con información de EFE, tomada de internet
Dentro de un encierro de lo más variopinto, en fondo y forma, de la divisa gaditana de Santiago Domecq, saltaron hoy al albero del Baratillo esos dos toros realmente bravos, que dieron opción de que esos trofeos se doblaran en número.
“Chismoso” y “Gracioso”, uno negro mulato y otro castaño salpicado, tuvieron como virtud morfológica la larga longitud de ese cuello que descolgaron desde su salida para seguir los engaños con auténtica entrega. Y lo que, aún suma más como señal de su bravura, también con un rítmico galope.
A Alfonso Cadaval, hijo de uno de los miembros del dúo “Los Morancos”, no se le pudo negar la decisión y el buen gusto con que planteó la faena a ese primero de su lote, pues el inicio con ayudados por alto de un sabroso clasicismo y una redonda serie con la derecha tuvieron la altura y la profundidad que pedía el animal.
Durante el resto del trasteo, en el que el sevillano salpicó también detalles brillantes, lo que se le echó en falta fue algo más de poso y de reposo, en su actitud y en la estrategia técnica, para así haber paladeado mejor esas excelentes embestidas de “Chismoso”, al que mató de una apurada estocada al encuentro que avaló el trofeo.
“Gracioso” fue más enrazado, con unas arrancadas de mayor temperamento que necesitaban ser férreamente gobernadas para no desbordarse, sobre todo en el remate de los pases, cuando pedían que el vuelo de muleta saliera por debajo de la pala del pitón.
En este caso, el extremeño José Garrido no regateó esfuerzos, desde que rescató del olvido el original “quite de oro” que ideara el diestro mexicano de los años 30 Pepe Ortiz y le abriera luego el faena ligándole una serie de pases con las dos rodillas en tierra.
El trabajo, en cambio, subió y bajó en intensidad dependiendo de la aplicación mayor o menor de ese mando y ese pulso que pedía el de Santiado Domecq, aunque mantuvo el nivel y el inteerés especialmente en los adornos de cada tanda, en los que Garrido siempre se recreó.
Con todo, aún hubo otro toro que apuntó cosas notables, como fue el serio “Fenómeno”, lidiado en quinto lugar y al que el peruano Joaquón Galdós se fue a recibir a portagayola como prólogo a una faena de largo metraje en la que los cites y los muletazos tuvieron por momentos una ligereza y una brusquedad que no contribuyeron a sacar a flote la atisbada buena condición del cinqueño.
El resto de la corrida tuvo poca historia, en tanto que Garrido y Galdós platearon de inicio sus trabajos con una dureza y una exigencia que hizo que los dos primeros toros se pusieran de inmediato a la defensiva, mientras que Alfonso Cadaval, pese a su empeño, no acabó de cogerle el aire al noble y soso sexto, cuya muerte brindó a su tío Jorge, el también famoso humorista.
FICHA DEL FESTEJOS:
Seis toros de Santiago Domecq (el 1º, como sustituto de un titular que se partió un cuerno de salida), de buena presencia aunque desiguales de volúmen, tipos y encornaduras. De juego también dispar, destacaron por bravura o temperamento los lidiados en tercero, cuarto y quinto lugares. El resto, de poca raza, a la defensiva y a menos.
José Garrido, de marino y oro: estocada enhebrada, dos pinchazos y estocada (palmas tras aviso); media estocada trasera (oreja).
Joaquín Galdós, de tabaco y oro: estocada atravesada (silencio); bajonazo (ovación).
Alfonso Cadaval, de azul pavo y oro: estocada (oreja); pinchazo estocada trasera desprendida (silencio).
Entre las cuadrillas, destacó, en la brega y en banderillas, Juan Carlos García.
Al final del paseíllo se guardó un minuto de silencio por la muerte de Monseñor Amigo, Cardenal de Sevilla.
Tercer festejo de abono de la feria de Abril, con algo más de un cuarto de entrada en los tendidos (unos 3.000 espectadores), en tarde con rachas de viento y lluvia esporádica.