El primero

Madrid – Apuntes de Víctor Diusabá Rojas del tercer festejo de la Feria de San Isidro.

La sabia de mi abuela decía que era malo llegar de último a una reunión, pero que igual o peor resultaba hacerlo de primero. Yo, enemigo de los extremos, siempre creí, y sigo creyendo, que lo mejor es no asistir, a excepción de que sea estrictamente necesario. Y necesario no hay nada. Fobias que uno trae de fábrica o que cultiva con inigualable esmero.


En los toros se hizo tópico aquello de que abrir la tarde, ser primero, es malo. Porque ya sabes, le dice a uno el erudito, “la gente no ha terminado de acomodarse”. “Y además está fría”, acota quien le hace coro. Como si quien va de espectador necesitara hacer estiramiento, tal cual se ha vuelto costumbre en estos tiempos en los callejones, lo que se ve bien con un peto de entrenamiento o en sudadera, pero no me va con los vestidos de torear. En fin, gustos y manías, como esa de pedir orejas donde no las hay, para llevar algo a casa.

Pero así como a los toreros no les gusta ser primeros, no tengo ni idea de lo que (piense, digan, sientan, intuyan, qué se yo…) los toros.

De lo que sí estoy seguro es que a ‘Bastardero’, que saltó (mala expresión) primero, le importó nada serlo. Porque este de El Pilar escurrió todo lo bueno que puede tener un buen toro. A ver cuántos de los que quedan por venir en este San Isidro se le parecen y les dan la vuelta al ruedo que se merecía y que la Presidencia le negó, ¿acaso por ser el primero?

FICHA DEL FESTEJO:

Seis toros de El Pilar, desiguales de cuajo y volumen, aunque la mayoría hondos por delante y reunidos de pitones. Dentro de cierta disparidad, y salvo los dos últimos, uno terciado y deslucido y otro noble pero justo de fuerzas, el resto tuvo embestidas exigentes, con un primero destacado por repetirlas con profundidad.

Javier Cortés, de negro y oro: estocada (oreja tras aviso); tres pinchazos y estocada delantera (silencio tras aviso).

Tomás Campos, de grana y oro: bajonazo y descabello (silencio); pinchazo y media chalequera (silencio).

Francisco José Espada, de tórtola y plata: estocada contraria delantera (ovación con algunos pitos tras aviso); estocada delantera desprendida y doce descabellos (silencio tras dos avisos).

Entre las cuadrillas, destacó picando al cuarto Óscar Bernal e Iván García saludó tras banderillear al tercero.

Tercer festejo de abono de la feria de San Isidro, con algo más de un tercio del abono cubierto (unas 8.000 personas), en tarde veraniega.

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