Emilio de Justo y Alejandro Talavante abren la puerta grande en Cañaveralejo
Por segundo día consecutivo, la Feria de Cali abrió la puerta grande de la plaza de toros de Cañaveralejo para ver pasar a toreros triunfadores.
Esta vez fueron los españoles Emilio de Justo y Alejandro Talavante, autores, cada uno, de faenas premiadas con los máximos trofeos, en tarde de cinco orejas cortadas y un toro indultado dentro del programa oficial de la corrida.
Por Víctor Diusabá, tomado de EFE en internet
Foto Wiliam Cortés
El peruano Andrés Roca Rey regaló un séptimo animal del hierro de Achury Viejo que resultó manso perdido.
Cali mantuvo el listón en alto y vivió una nueva tarde de toros colmada de triunfos en la tercera corrida de su 64 Feria taurina con De Justo y Talavante.
JORNADA FESTIVA
Los ejemplares de Juan Bernardo Caicedo tuvieron desigual presentación y comportamiento. De todas maneras, la ganadería que pasta en el centro del país se llevó el trofeo de un indulto, el del cuarto toro de la corrida, y el reconocimiento al juego que dieron el segundo y el tercero.
Las cosas parecieron comenzar al revés cuando el imponente primero se lesionó de salida. El castaño primero bis que lo sustituyó fue bronco de salida y Alejandro Talavante no pudo hacer más que abreviar.
Muy firme se puso Emilio de Justo ante el toro que asomó en segundo turno. Y a partir de ahí vinieron los gozosos. El torero español se dobló con él para meterlo en la canasta, donde el de Caicedo se hizo casi de dulce, sin perder importancia.
Faena redonda con, entre otros, un natural que aún no termina de pegar. Espadazo y dos orejas para pasar luego a la enfermería, por un corte en la parte inferior de su pierna derecho que se causó involuntariamente con la espada.
El chico, protestado y recogido tercero valió a la hora de dar pelea. Muy serio y sin exageraciones, Andrés Roca Rey se puso delante de él para cuajar una tarea de temple y mando con la que logró cortar una oreja de mérito.
El brindis de Talavante al joven aspirante español Marco Pérez, censurado para actuar en esta plaza por una decisión administrativa del Ministerio de Trabajo, levantó los tendidos. Y así, en pie, los mantuvo Alejandro con una obra variada en la que primaron el temple y el sitio. Además, con un toro noble, Barba Azul, número 176, de 480 kilos, al que indultó.
Y del paroxismo al herradero en que convirtió el ruedo el quinto de la corrida durante el primer tercio. Emilio de Justo intentó sin suerte ante ese manso que siempre huyó hacia adelante.
En el del cierre, Andrés Roca Rey dio con un manso de libro. Luego, regaló un séptimo.
FICHA DE LA CORRIDA
Toros de Juan Bernardo Caicedo, desiguales de presentación y comportamiento. Fue indultado el cuarto de la corrida de nombre Barba Azul, herrado con el número 176.
Alejandro Talavante, lila y oro: Pinchazos, entera y silencio. Y dos orejas simbólicas.
Emilio de Justo, marino y oro: Espadazo, dos orejas. Y pinchazos y entera. Silencio.
Andrés Roca Rey, marino y oro: Pinchazo y estocada, oreja. Estocada.