David de Miranda, Puerta del Príncipe en Sevilla
David Miranda se convirtió en el gran palo de la Feria de Abril de Sevilla al cortar tres orejas en la penúltima del ciclo y alcanzar la anhelada Puerta del Príncipe.
Víctor Diusabá Rojas
Especial para La Patria
Sevilla, España
Fotos: William Cortés
Una desigual, floja y descastada corrida de El Parralejo sirvió poco a la causa de los toreros. Sin embargo, de Miranda, nacido en Trigueros (Huelva), encontró posibilidades en sus dos ejemplares y las aprovechó para coronar el máximo premio de la Feria.
El primero de la tarde cayó una, dos, tres y otras más. Igual, el presidente ni se enteró. Cayetano, que se despedía de Sevilla, no tuvo enemigo. Espadazo a toro parado. Palmas. En el del adiós, el toro se hizo piedra. Sin éxito, el torero procuró que se moviera. Entera, Saludo.
Sopló mucho el viento a la salida del segundo de la tarde. Hubo quite de de Miranda y Roca Rey respondió. Ovaciones para uno y otro. El toro no transmitió en la muleta, aparte de quedarse corto en las embestidas. Entera, palmas.
Las acometidas del quinto, de raza y una notable punta de violencia, obligaron a Roca Rey a plantarle cara, no siempre con mejor saldo a la hora de hacerse al timón de la lidia. Aparte de las pasiones desbordadas en los tendidos entre pros y antis del peruano. Pinchazo.
Ceñido toreó David de Miranda con el capote a su primer toro, también blando y, aparte, brusco. El torero de Huelva tuvo firmeza y eso de tragar, agradó al público, y a la banda. Meritoria faena en corto. Espada delantera, oreja.

Apuró al sexto de Miranda nada más verlo salir. El bravo fue creciendo a lo largo de la faena, mientras el torero se puso donde había que hacerlo para ligar una y otra vez. Obra templada como sesuda y espadazo a ley que coronó la labor. Dos orejas aclamadas.
Ficha de la corrida
Toros de El Parralejo
Desiguales de presentación y, en general, sin fuerza.
523, 505, 524, 526, 535 y 508 kgrs
El primero, inválido. Segundo, descastado. Con movilidad, pero sin clase, el tercero. Sin fondo, el cuarto. El quinto, enrazado. El sexto, bravo y con enorme calidad, ovacionado en el arrastre.
Cayetano
Nazareno y plata
Palmas y saludo.
Roca Rey
Pistacho y oro
Silencio y palmas tras aviso
David de Miranda
Blanco y plata
Oreja y dos orejas