Antonio Ferrera y Ruiseñor, de La Quinta, indultado, destacan en la primera tarde de Castellón

La corrida que abrió Feria en Castellón deambulaba por un sí pero no del todo. Ni siquiera los tercios de banderillas compartidos en los tres primeros toros encendieron de verdad los tendidos. Tampoco fueron para tirar cohetes.

Con información de EFE, tomada de internet

Pero la cosa cambió, y cómo, en el cuarto. Se llama Ruiseñor, y fue indultado merced a su comportamiento, al lucimiento que de él hizo Antonio Ferrera y a una efusividad algo desproporcionada por parte de los tendidos corroborada por el palco.

Es cierto que el toro de la familia Martínez Conradi fue una lámina, y que se arrancó con alegría a la muleta del extremeño, pero le faltó cierta chispa y humillación para el premio máximo. Ferrera lo condujo a media altura al principio, y algo más por abajo en el tramo final, con un toreo más efectista que terminó de encandilar a los tendidos, que pidieron y consiguieron el indulto para el toro, primero en la historia de esta plaza, y cuyos criadores dieron la vuelta al ruedo junto al torero extremeño-mallorquín.
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