César Rincón: “Vuelvo a Las Ventas y quizás a un par de festivales, no lo sé, pero hasta ahí, nada más”
César Rincón vuelve a los ruedos. Exactamente a uno, el más preciado de su vida torera, el de la Plaza de Las Ventas de Madrid. Será el próximo domingo 12 de octubre, con motivo del festival benéfico que recaudará fondos para erigir un monumento en homenaje a Antonio Chenel ‘Antoñete’, el gran maestro que, además, fue su padrino de alternativa en Bogotá, en diciembre de 1982.
Por Víctor Diusabá, especial para Puerta Grande
Foto: William Cortés
Rincón alternará, en festejo matinal, con los también maestros Pablo Hermoso de Mendoza, Curro Vázquez, Enrique Ponce, Julio Aparicio, José Antonio Morante de la Puebla y la novillera Olga Casado.
¿Qué significa para usted volver a Las Ventas, ese lugar tan especial para su vida?
Primero que todo, mis agradecimientos al maestro José Antonio Morante de la Puebla porque él ha tenido una iniciativa muy linda, la de proponer a la Comunidad de Madrid hacer un festival destinado a recaudar fondos para poder hacer un monumento a una gran figura del toreo como fue el maestro ‘Antoñete’, mi padrino de alternativa. Y, aparte, un detalle muy lindo, llamarme a que yo participe en ese festival. Para mí es un gran compromiso tener la responsabilidad de volver. Es sacarme de ese estado de confort que tenía en los últimos años y prepararme a fondo para este momento tan importante.
Seguramente, en estos días de preparación, ha vuelto a mirar atrás. ¿Algún recuerdo en especial de esas epopeyas suyas en Las Ventas?
Indudablemente siempre recordaré que Madrid me cambió la vida el 21 de mayo de 1991, con mi primera puerta grande en esa catedral del toreo. Hace pocos días estuve en la ganadería de Baltasar Ibán y viví allí la emoción de estar en esa ganadería legendaria, de la que provino ‘Santanerito’, el toro al que le corté esas dos orejas tan decisivas.
Y luego tengo que recordar indudablemente una de las faenas más históricas que se han hecho en Madrid, aquella al toro ‘Bastonito, con el que mi nombre alcanzó cotas muchísimo más altas.
Por último, en esas miradas atrás, tengo que recordar mi sexta salida por la puerta grande que fue una vez que regresé nuevamente recuperado de mi hepatitis C, para volver a soñar, volver a vivir y volver a triunfar, antes de mi retiro en 2007.
El motivo del festival es rendir homenaje a Antonio Chenel ‘Antoñete’. ¿Cuánto significó el maestro en tu carrera y que momento en particular guarda en su memoria sobre él?
El maestro Antoñete significó mucho en mi carrera taurina. Creo que fue un santo y seña. Me acuerdo de verlo torear un día en Madrid, un día en que actuaba el torero colombiano Jairo Antonio Castro. Llevaba ‘Antoñete’ un traje “chenel” y oro, un lila y oro. Era un día lluvioso y él ejecutó una faena memorable a un toro de Garzón. A partir de ahí fue un referente en mi tauromaquia. Es un inmenso orgullo que haya sido mi padrino de alternativa. Él fue amo y señor de la Plaza de Toros de Las Ventas. Por eso, nada más justo que lo que se le quiere hacer en memoria de su arte y su personalidad arrolladora.
¿En qué ha consistido la preparación física y mental, pero sobre todo práctica, para semejante compromiso?
Primero, en ponerme a tono físicamente. Y a la vez, en volver a coger capote y muleta, a torear muchísimo en el campo. Tengo que agradecer a todos los ganaderos en España que me han brindado su oportunidad para ir a tentar a las casas de ellos, Eso me ha servido muchísimo para poder estar bien.
Y a partir de ahí, mucha mentalización. Cada día intento estar mejor. Por eso, si ayer entrené mucho, hoy será más, pero menos que mañana.
¿Le da temor que ese bicho por estar frente al toro vuelva y le pique? ¿O tiene claro que esto será regreso y despedida?
Voy a aprovechar para despedirme de Madrid porque no hubo una despedida como tal. Nunca he pensado en volver a vestirme nuevamente de luces. La vida te pone pruebas y esta es una. Lo que voy a hacer, lo hago con todo mi amor y todo mi cariño, por lo que le debo a mi profesión. Pero hasta ahí. Quizá haya un festival o un par de festivales más. No lo sé, pero hasta ahí nada más.
Hay una paradoja, vuelve a torear en el mismo momento en que la fiesta ha sido prohibida en Colombia. ¿Cómo le cayó la reciente noticia sobre la decisión de la Corte Constitucional?
Un golpe muy duro. Otro más. Es triste ver que nuestros derechos no son respetados. A los taurinos se nos ha excluido de la sociedad. Hay que seguir dando la cara, como siempre la he dado, y hacerse oír, como tantas veces lo hemos hecho. Nosotros no concebimos que los animales tienen los mismos derechos que los seres humanos. Sí, son seres sintientes, pero hasta ahí.