Se picó mucho y mal al primero, de El Parralejo, impidiendo que el matador hiciese ya un quite. También le molestó mucho el viento pero supo aguantar las dudas del toro para tomar la muleta y conducir luego sus embestidas con mando, mano baja y no poco temple hasta apurar a un animal que tuvo buen son, pero poco fuelle.
La primera oreja la consiguió al acabar con el segundo, un ejemplar de Fuente Ymbro aplaudido de salida y al que recibió con dos largas de rodillas. Salió trastabillando del caballo. Exigente y encastado en el último tercio, con la complicación añadida de que si le bajaba la mano se iba al suelo y si levantaba el engaño punteaba y se enteraba. Al final logró el punto de equilibrio y pudo someter, pudiéndole y generando emoción, en una labor de no poco mérito.
Quiso lucir al tercero en el peto pero el de Pedraza de Yeltes no se dio por aludido. Tampoco en la muleta tuvo especial codicia, distraído y sin humillar, embistiendo como desgana. No le dio mucha coba.
Muy en el tipo de Victorino Martín el cuarto, largo y vareado, codicioso de salida; tanto que acabó desarmando al de Benimaclet. Romaneó y apretó en el caballo… y apretó más al torero, que no se acabó de entender con él, viéndose apurado en bastantes pasajes y sin poderle, empeñado en llevarle por alto hasta que su oponente acabó enterándose y el matador aperreado.
Se fue a portagayola a recibir al de Domingo Hernández, montado y serio. A mitad del segundo tercio, cosas de Román, quiso banderillear y el intento salió digamos que regular, perjudicando, además, al toro, al que se le dieron muchos capotazos. Quiso armar su faena en los medios pero tardó en comprender que el toro pedía los adentros. Y al hilo de las tablas buscó sacar partido, con más afán que acierto, llevándose, además, una fea voltereta y otra al entrar a matar de la que salió dolorido y magullado.
Medio aturdido por el porrazo se tuvo que jugar su apuesta, ya a una sola carta, con el último toro, de Luis Algarra, quedando un tanto desairado el quite que intentó. Pero en la adversidad es donde se ve a los hombres y, con el apoyo del respetable, Román salió a por todas y fue desgranando un quehacer de poder y mando, buscando la corta distancia, con sus altibajos, pero emocionante y entregada que le valió finalmente la puerta grande.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Valencia.
Segundo festejo de la Feria de Fallas 2024.
Tres cuartos de entrada.
Toros, por orden de lidia, de El Parralejo, Fuente Ymbro, Pedraza de Yeltes, Victorino Martín, Domingo Hernández y Luis Algarra. De buena presencia en líneas generales y juego variado. Destacaron el segundo de Fuente Ymbro y el sexto de Luis Algarra. Noble pero venido a menos el de El Parralejo y el de Pedraza de Yeltes. Peligroso el de Victorino Martín y manso y rajado el de Domingo Hernández.
• ROMÁN, como único espada, ovación, oreja tras aviso, silencio, silencio, ovación y oreja.